EMPRENDER GLOBALMENTE

EMPRENDER GLOBALMENTE

Por Ángel Pérez Torres

Docente en Cerem International Business School.

No cabe duda que la globalización es una realidad que nos ha dejado huella, y si pensamos en las consecuencias negativas de este fenómeno, un ejemplo inmejorable lo encontramos en el 2008, cuando la recesión económica fue todo un acontecimiento que surgió en los Estados Unidos y se extendió al resto del Mundo.

Mucho se ha escrito sobre las causas que desencadenó la mayor crisis registrada tras la Segunda Guerra Mundial; la contracción del crédito, la burbuja inmobiliaria, las subprimes o los activos tóxicos  fueron algunas de las razones por las que los bancos de inversiones como Lehman Brothers o el Bear Stearns fueron a la quiebra.

Finalmente  JP Morgan Chase compró a este último banco  por solamente un 1% del valor que tenía un año antes de su quiebra.

Según Ángel Pérez Torres, Docente en Cerem International Business School, hoy las empresas están en permanente proceso de innovación, no hay tiempo que perder.

Se ajustan los productos y servicios a la demanda de los clientes personalizando e individualizando incluso a las necesidades del consumidor.

Este proceso se ha convertido en una cuestión prioritaria para las empresas emergentes de nueva creación y las llamadas  Startups.

Si hay algo que debemos destacar en el mundo de la empresa como la principal razón de una economía global, tenemos que referirnos a internet y al desarrollo de la telefonía móvil.

La actividad humana se acelera, nuestros abuelos y padres no pensaban del futuro lo mismo que pensamos nosotros o nuestros hijos.

El contacto entre personas por todo el mundo es cada vez más habitual, frecuente o cotidiano; definitivamente ya formamos parte de una única comunidad mundial.

El mundo ya es global: las políticas de los países se hacen más dependientes los unos con los otros, las sociedades se contagian de hábitos y costumbres, la cultura se exporta de un lugar a otro y la economía decide el lugar que ocupa cada una de las naciones competidoras que pugnan por los mismos recursos.

Lejos de suponer que es un indicio o señal de algo podemos afirmar que es una nueva forma de vida propia de la cultura del ser humano.

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